Ha llegado el momento que tanto deseábamos. Llegamos al tramo final de la Liga Smartbank con las mejores sensaciones (5/5 victorias) y a 10 puntos de la tercera plaza. Casi podemos tocar las puertas del cielo que nos devolverán a la máxima categoría. Además de nuestra buena dinámica, los rivales directos pierden puntos y se ven cada vez más pequeños en el retrovisor. El RCD Mallorca lleva 1/12 puntos en sus últimos desplazamientos y la UD Almería lleva 2 derrotas consecutivas y un pobre 5/18 puntos.
Sin embargo, cabe destacar el vuelco que dio el equipo desde su empate frente al Mirandés. Hemos tenido bajas por Covid, convocatorias con la Sub-21 y por lesión. Pese a ello, Vicente Moreno ha sabido tirar de cantera, de banquillo y de cambios tácticos. Ha mantenido el rumbo del transatlántico blanquiazul y sobre todo, la calma cuando la tercera plaza nos provocaba insomnio.

Luego está el talento de la plantilla. Tengo una mención especial para Sergi Darder. ¡Cómo se nota cuando el mallorquín está bien! Su estado de forma influye directamente en el juego del equipo y últimamente en el marcador. Otra mención sería para el joven canterano Nico Melamed y su eclosión a lo largo de la temporada. El diamante hispanoargentino ya ha marcado goles determinantes. No cabe duda de que, con una cabeza bien amueblada, le espera un futuro brillante por delante.

Nada más caer teníamos que volver a levantarnos. No era una tarea fácil aunque confiamos en un viaje de ida y vuelta en el inferno. Luego descubrimos la categoría con su nivel de exigencia y el poco acierto del arbitraje. El equipo supo adaptarse enseguida y salir de los baches en su camino. Ahora nos quedan 8 batallas por delante. Sólo el pitido final debe silenciar nuestros disparos. Este equipo, este Club y esta afición se juegan su futuro. Ha llegado la hora de la verdad.