La pasada temporada éramos el claro favorito para la primera plaza de la Liga Smartbank, por historia, por plantilla y por presupuesto. Desde agosto, hemos vuelto al lugar que tanto echábamos de menos pero donde somos uno más. Hemos regresado a la posible Liga Santander más igualada de los últimos años, en la que el talento no es sinónimo de victoria. Tal vez la lucha y el realismo sean los factores más diferenciales de la máxima categoría y precisamente, no vamos sobrados de ellos.
Ayer volvimos a pecar. Empezamos el partido en el minuto 46’ para someter al cuadro hispalense a una mayor presión pero sin generar ocasiones de gol. En cambio, Rafa Mir casi sentenció el partido 17 minutos después de entrar al terreno de juego. ¡Qué poco necesitan generar nuestros rivales en los últimos metros y cómo no cuesta a nosotros! Este sentimiento me genera una rabia tremenda pero precisamente porque es la pura verdad. Además, cabe señalar que a menudo solemos jugar contra 12, aunque ayer ese dorsal lo llevaba Mediapro, quien no enseñó las imágenes que hubieran podido validar el golazo de RDT.
Pero en la vida no es todo blanco o negro y en el fútbol tampoco. El compromiso de Raúl De Tomás me tranquiliza, el manejo de la pelota de Darder me da esperanza y la intensidad de Aleix Vidal me entusiasma. ¡Qué grata sorpresa ver a un jugador integrarse tan rápido y ofrecer un rendimiento más que satisfactorio! El problema reside en que últimamente no estábamos muy acostumbrados a ello. De hecho, a veces tengo la sensación de que algunos jugadores nos consideran como la antesala de su retirada deportiva. Los fichamos, bajan el ritmo y se acaban jubilando. Ahora mismo me vienen en mente ejemplos como Demichelis o Iturraspe.
Por suerte, saqué de esta lista a Fran Merida después de su buena entrada frente al Deportivo Alavés. Por edad Wu Lei y Loren no entran en esa categoría pero, ¿cuándo piensan despertar? ¿Dónde está el jugador chino que nos ayudó a clasificarnos para Europa? ¿Dónde está el delantero marbellí que marcó 12 goles hace 2 temporadas?
En la próxima jornada nos visitará un Real Madrid que no perdona. Cómo decía el sabio Luis Aragonés, “hay que saber competir, que no es lo mismo que jugar” y precisamente es lo que le pido a mi equipo. Competir, luchar y pelear cada balón como si fueran discípulos del Darderismo, aquella religión cuyo único objetivo es ganar la Liga. Los pericos ya sabemos lo que es luchar a contracorriente en terreno hostil. Así que por favor, luchad hasta el último minuto porque esto es la Primera y ya no basta con el talento.
Perico belga 